jeudi 28 novembre 2013

NO A LA UNIVERSIDAD DIFUSORA DE IDEOLOGÍA DOMINANTE

Pasan por encima de los movimientos estudiantiles de las últimas tres décadas las discusiones sobre si los estudiantes son o no son mercancías; si el título es un artificio al cual se puede acceder desde lo público y lo privado; o como en Colombia, con la posibilidad de adquirir uno en las calles de las grandes ciudades o en las llamadas universidades de garaje. Hasta ahora en las luchas sociales en calles y avenidas hemos oído decir que la pelea es por evitar que la educación y la salud se conviertan en una mercancía, como de hecho ya lo son. Antes había directores de hospitales, hoy hay gerentes; antes había pacientes, hoy hay clientes; antes había rectores o directores de escuelas, hoy hay gerentes de instituciones educativas municipales; y la universidad, por desgracia no se escapa de esta visión eminentemente capitalista. La brillante idea de convertir a la universidad en una institución realmente democrática y autónoma parece sucumbir ante la presión del mercado, los recortes presupuestales y los planes de austeridad, que también, de la corrupción galopante y la poca presencia de lucha de los trabajadores (sindicatos) y de los estudiantes (organizaciones políticas y tendencias). Para hacer un análisis somero, aquí se entre cruzan los postulados sobre los aparatos ideológicos del Estado, de Althusser; el hecho de que quien tiene la información y el conocimiento, tiene el poder; o las jerarquías de clase; y papel de la universidad como centro de gravitación de los problemas sociales por excelencia. Es la lucha contra la universidad-empresa, que fácil podría definírsela si su origen es público o privado, que a la cuenta, hasta ahora lo mismo da. A la estrategia y táctica de lucha contra la acumulación capitalista, centro nervioso del papel de los estudiantes, de algunos profesores y también de algún sector progresista de los trabajadores, hay que sumarle sin duda, en la proyección de las luchas sociales desde el medioevo, la importancia del saber, la consistencia de su origen de clase y el oculto interés de la jerarquía para dominar y controlar su desarrollo. Aquí aparece el factor dinero, como eje de control y manipulación a granel. Considerada esta posición como altamente subversiva que lucha contra el capitalismo que oprime y que ha tenido que asimilar no siempre con calma de la presencia de la universidad en la calle, la universidad extra mural, se asusta y promueve formas de ahogamiento presupuestario, que como hemos dicho, son formas de cristianización y penalización de su papel hegemónico y de clase. Por eso es lo de menos si la universidad es o no pública. Lo digo pensando en que me van a caer rayos y centellas. Los principios marxistas en las relaciones de poder, creo que no están tirados al abandono en los días que corren. Negarlos es un contrasentido. Los estudiantes lo saben y buscan sus formas de lucha. La libertad de cátedra, de estudio y de investigación, lleva necesariamente a la lucha por una universidad y sus estamentos en el proceso de expansión del conocimiento, formulación de alternativas, para evitar ser cortoplacistas y reivindicativos. Coyunturales diría mejor, que no oportunistas, así desde algunos sectores se afirme que en la universidad se está obviando la naturaleza dependiente de la academia. Que la derecha y los extremos sigan pensando que le mera existencia de la universidad y su permanencia en el tiempo, es una prerrogativa de la clase dominante, que lo es, debe continuar pero con matices y alternativas que se habrán de discutir si realmente se pretende evitar la producción de estudiantes mercancía y de títulos como patentes o permisos de trabajo dentro de la maraña de intereses del capitalismo. El conocimiento convertido en capital, la universidad como fábrica de elementos que permitan difundir la ideología dominante y su asimilación a técnicas de producción en el mercado capitalista, son roles, repito, que no debemos dejar de discutir, sin perder, por supuesto, la lucha de los estudiantes en las calles y la generación de constitutivos de alguna manera subversivos para la construcción del poder popular. Solo así la universidad puede alejarse de la simple plataforma que invita a que contra viento y marea, sea mejor terminado el producto que saca al mercado; por lo tanto y en contraposición, la ética y los principios marxistas en una sociedad que todavía preserva los intereses de clase, permitirá reanimar y justificar la lucha y la transformación social en la que estamos empeñados.

mercredi 20 novembre 2013

LA PAZ DESDE LA OPTICA DE UN MONARCA. COLOMBIA NO PIERDE LA ESPERANZA

LA PAZ DESDE LA OPTICA DE UN MONARCA. COLOMBIA NO PIERDE LA ESPERANZA Por: Héctor Díaz Revelo Para el rey de España la dictadura de Franco fue un período de 40 años de PAZ. Pueden ustedes creerlo?¿Pero qué es la Paz? ¿A qué se refieren cuando hablan de Paz? ¿Tiene algo que ver con la Paz la falta de la guerra? ¿Es la Paz el simple silencio de los fusiles? ´´En aquellos momentos, acuérdate, José Luis, yo podía hacerlo todo y decirlo todo. Todavía no teníamos la Constitución, y yo había heredado todos los poderes de Franco, que eran inmensos´´, dice el rey en una confesión que no requiere explicación para los lectores. Se acabó la II guerra mundial y las naciones creyeron que era mejor estar rodeadas de un mecanismo que impida en el futuro una confrontación tan estúpida y sangrienta como esa o como los centenares de guerras en el mundo. Crearon entonces las Naciones Unidas, ONU. Ahora mismo una organización caída en desgracia por su ineficiencia y por su ineficacia a raudales. Las naciones también enfrentan los conflictos armados internos. Su manejo tiene tratamiento en los protocolos de Ginebra. Muchos son los procesos de Paz que se han firmado a lo largo de nuestra historia. Unos mejores que otros, sin duda. La mayoría tendientes a acabar con las hostilidades, poner fin a las balas, silenciar los fusiles, casi olvidando la esencia humana, que reclama en los procesos un poco de dignidad. La Paz según la RAE real academia de la lengua española es la ´´pública tranquilidad y quietud de los Estados, en contraposición a la guerra o a la turbulencia´´. Entre las decenas de significados también se encuentra este que habla de que la Paz es ´´reconciliación, vuelta a la amistad o a la concordia´´. En una dictadura hemos visto y vemos el guerrerismo, el militarismo a ultranza, convertido en defensor y garante de lo que ellos llaman patria, las esencias patrias; ese es su común denominador. Franco se autoproclamó como el centinela de occidente, contra el comunismo; y hoy algunos han elevado al presidente de los Estados Unidos a la categoría de ´el policía del mundo´, que adelanta sus criminales guerras preventivas. José Luis de Vilallonga y Cabeza de Vaca, personaje español que a la edad de 16 años hizo parte de un pelotón de fusilamiento en plena dictadura franquista, es un escritor que en su libro El Rey, Juan Carlos I de España, muestra su cercanía tanto con el régimen de Francisco Franco como con su entrevistado, porque no repara ni se inmuta al escuchar lo que en concepto del Monarca significa la Paz. ´´En aquellos momentos, acuérdate, José Luis, yo podía hacerlo todo y decirlo todo. Todavía no teníamos la Constitución, y yo había heredado todos los poderes de Franco, que eran inmensos´´, dice el rey en una confesión que no requiere explicación para los lectores. Franco había decidido no dejar en el trono al heredero real de la monarquía española, a quien en la historia se conoce como el Conde de Barcelona (Juan de Borbón), nombrando a título de Rey a su hijo Juan Carlos, que valga decir, ya venía trabajando dentro de la dictadura que termina con la muerte del tirano, mientras su progenitor se refugiaba en Portugal. Advierte el monarca, que en ese momento ejercía todos los poderes como herencia del dictador, lo que obviamente aleja cualquier concepto moderno o posmoderno sobre el significado de Paz, cuando ahora mismo se afirma que gobernar en Paz pasa por la necesaria división de poderes en una democracia que se respete. ¿Vuestro padre el Conde de Barcelona hubiera podido dejar que los españoles puedan decidir sobre su futuro a la muerte del dictador?, ha preguntado el periodista y escritor, en el supuesto caso de que hubiera llegado al poder, claro está. ´´Durante todo un año fui el único dueño de mis palabras y de mis actos…No, durante cuarenta años que duró el régimen franquista (mi padre) fue insultado, humillado, amenazado…Mucha gente creía sinceramente que mi padre hubiera puesto en peligro el equilibrio logrado en cuarenta años de paz´´. Aquí parece la primera alusión de la Paz, motivo de mi disquisición a instancias del proceso que vive Colombia, tras los diálogos del gobierno de Juan Manuel Santos con la marxista guerrilla de las Farc, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. El Conde de Barcelona, a quien le correspondía asumir sus funciones una vez la dictadura acabe o muera el caudillo, y quien había vivido en el exilio en Portugal, tendría que tragarse el sapo, al admitir a regañadientes que su hijo Juan Carlos por omnipotente y todopoderosa decisión de Franco dirigiría los destinos de la España pos dictadura. Solamente el 14 de mayo de 1977, casi dos años de la muerte de Franco, el Conde, don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos, en un discurso en el palacio de la Zarzuela de Madrid, renunció oficialmente a sus derechos en favor de su hijo, después de varios meses sin dirigirse la palabra entre ellos. Al fin y al cabo era una decisión del dictador. Han leído bien. Cuarenta años de Paz. Eso en la voz del Rey Juan Carlos I obnubila. A qué se refería en 1993 fecha de publicación del libro de Vilallonga, con que en esos 40 años de dictadura hubo Paz o se vivió en Paz? Sigo sin entender. El ejército no le hubiera apoyado (agrega)…Al decir mi padre que quería ser el Rey de todos los españoles, los vencedores de la guerra civil (franquistas de pura raza) se sintieron ´amenazados´. El conde de Barcelona se convirtió desde entonces en la persona que podía aguar la fiesta y a la que a toda costa había que neutralizar, expresa el Monarca. El todopoderoso Franco neutraliza entonces al padre dejando a título de rey al hijo, quien ya trabajaba en su dictadura. Habla de Paz el monarca de manera inentendible si las cifras más benévolas cuentan en 300 mil hombres y mujeres en las mazmorras del Estado y medio millón en el exilio. Durante el primer año de la dictadura franquista hubo 200 mil muertos y se crearon cerca de 100 campos de concentración. Cuarenta años de Paz en donde no había libertad de expresión y el Estado controlaba toda la información. Paz, según Juan Carlos I cuando Franco concentraba todo el poder. Paz, cuando no había una constitución qué respetar y no había partidos políticos. Paz, donde la libertad de reunión o de asociación estaba restringida, por no decir prohibida totalmente. Paz cuando a lo largo y ancho de la geografía española había mal contados unos cien campos de concentración. ¿Cómo se puede hablar de Paz? ¿Cómo se puede hablar de cuarenta años de Paz? Quizás porque en general la guerra había terminado o quizás las hostilidades habían cesado. En los labios de don Juan Carlos decir que los españoles acaban de pasar, a la muerte de Franco, de reales cuarenta años de Paz, es poco menos que una afrenta a la inteligencia. Y un reto a la gramática, quizás, porque entonces qué deberíamos entender entonces los colombianos por un tiempo de Paz si no fuera el equivalente al fin de guerra, pero fin de la guerra no de cualquier manera, ´con campos de concentración o con las libertades individuales limitadas, restringidas o prohibidas´. La comisión permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha urgido al gobierno de España a crear un comité nacional que investigue las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura franquista. Entonces, si existe esta disposición, cómo se puede hablar de Paz durante esa dictadura, si en la memoria de los españoles aún quedan guardados los horrores cometidos. "graves y múltiples violaciones de Derechos Humanos cometidas en España por el régimen franquista, entre 1939 y 1975". Dos meses antes de morir el dictador, septiembre de 1975, había enviado a ejecutar, a fusilar, a tres miembros de ETA y a dos de FRAP. No nos detendremos a analizar si les cabe razón en su lucha a estas dos organizaciones. Continuemos con las expresiones del monarca hablando de Paz en el reportaje de Vilallonga. Dice don Juan Carlos: ´todo lo que hice en cuanto me vi con las manos libres pude hacerlo porque antes habíamos tenido cuarenta años de paz… Una Paz, estoy de acuerdo, que no era del gusto de todo el mundo´. Vuelve y asevera que antes habían tenido esos 40 años de Paz aunque admite que no era del gusto de todo el mundo, pero me sigue quedando la duda sobre qué clase de Paz habla el monarca. Creo que nadie dude que la llamada transición española, ha sido puesta como ejemplo en países en donde se siguen caminos de la democracia luego de cruentos eventos como los aquí comentados. Tampoco creo que exista duda sobre el hacedor de ese proceso en la península ibérica, después de como he dicho, después de vivir dos guerras mundiales, de la guerra civil española y de la sangrienta dictadura de Francisco Franco, el rey don Juan Carlos I. Más adelante, el monarca expresa: ‘De todos modos, fue una Paz que me transmitió unas estructuras en las que me pude apoyar…´. El autor del libro cambia inexplicablemente el curso de la entrevista. No intenta preguntar a cuál Paz o a qué modelo de Paz se refiere y claro, no le pregunta sobre esas estructuras en que se pudo apoyar. Pregunta: cuáles fueron las últimas palabras de Franco. Talves el rey se refiere a la manera cómo a pesar de la oposición de los franquistas de pura sangre llevaría en poco tiempo a su gobierno a los comunistas, a los socialistas y como dijo, a todos los españoles. Había dudas de que eso se lo perdonasen, pero es que hay cosas que pasaron, como el asesinato de Carrero Blanco, que no es el momento de analizar. En cuarenta años de dictadura no hubo, ni reconciliación, ni vuelta a la amistad y mucho menos concordia entre los españoles, uno de los significados de la Paz. Cosas, en fin, que no dejan de preocupar para lograr entender porqué un rey como Juan Carlos I habla de Paz y asegura que bajo la dictadura franquista hubo Paz, mientras en Colombia aún nos queda la esperanza de que las próximas generaciones vivan realmente en Paz alejadas del miedo de las metrallas, las bombas, los falsos positivos (ejecuciones extrajudiciales) y con algo de justicia social, que significa vivir con dignidad.

mercredi 13 novembre 2013

ULTRA DERECHA SACA LOS DIENTES EN COLOMBIA

La extrema derecha es capaz de todo. Decir que es capaz de todo, significa de todo. El hombre que más ha servido a sus intereses, me refiero a los intereses de la ultra derecha y de los intereses del gobierno de los Estados Unidos, es Álvaro Uribe Vélez con todos su andamiaje paramilitar y político. A él, a Uribe esa falange, esa ultra, puede sacrificarlo en las calles de cualquier ciudad para sembrar de nuevo el terror y desestabilizar al país. Provocarían por ejemplo la santa ira del policía del mundo, que desde la casa blanca enviaría de inmediato sus marines a salvar a Colombia, lo que es lo mismo, salvar y proteger sus intereses en bancos, transnacionales, empresas mineras e industriales y sobre todo, para proteger lo que Ellos siempre han considerado suyos, nuestros recursos naturales. De paso, cuidarían sus bases militares con las que respiran en la nuca de gobernantes de países vecinos. Sacrificando a Uribe, lograrían desestabilizar el país para crear pánico y terror como la ultra derecha y la Cia han sacrificado líderes en el mundo y en Colombia como Álvaro Gómez Hurtado, Jorge Eliecer Gaitán o Luis Carlos galán, para no mencionar sino los suyos, hablo del establecimiento y los partidos en el poder. Además de Pizarro, Jaramillo Ossa o Pardo Leal, por supuesto. Se acabarían los diálogos de paz entre gobierno y guerrillas marxistas. Regresarían las hordas paramilitares a las ciudades y al campo. Las universidades serían de nuevo allanadas e infiltradas. Se acabarían, como antaño, las garantías individuales y se penalizaría la protesta social. Las bases militares de los estados unidos volverían a cumplir sus objetivos. Más desaparecidos, más desplazamientos y más civiles masacrados acusados de ser apoyo de las guerrillas. No hay que hablar, todavía no hay que hacerlo, sobre el postconflicto. Que si los diálogos continúan, que si los diálogos se suspenden por elecciones, que si ellos servirán para montar el tinglado de santos para su reelección, son otras cosas de las cuales tampoco vale hablar, insisto, no todavía. Hay que esperar un poco más, porque es necesario imaginar los titulares de prensa de los próximos días, sobre hechos que llamarían los expertos, sobre hechos sobrevinientes. Por ejemplo, ya estaba listo el titular sobe un supuesto atentado con la vidita del hombrecito de los tres huevitos. El hombrecito de la democracita segura, Álvaro Uribe Vélez El comunicado advirtiendo el supuesto atentado saldría nada menos que de la casa de Nariño firmado por Santos y por supuesto por el ministro de defensa. Qué tal que la misma diligencia en expedir un comunicado o de hacer una advertencia, se hubiera cumplido ante la muerte y asesinato de un líder de la lucha por restitución de tierras o de otra mujer, como muchas, defensoras de los derechos que les cabe a las víctimas del conflicto. Uribe inmediatamente ha trinado como para hacer ver que se trata de un hecho cierto lo del supuesto atentado. Faltaría más que no hubiera trinado. Inclusive agradece también a su supuesto enemigo político Juan Manuel Santos y a sus gloriosas fuerzas militares. Vendrán retaliaciones. Inventarán nuevos falsos positivos. Habrá falsos carros bombas o falsos perros bomba, como ya ocurrió. Los Urabeños, esos paramilitares que nunca se han desmovilizado, que jamás se han desintegrado, que están más vivitos que muertos, mandaron a matar a David de Jesús Goez líder de los reclamantes de tierras en Colombia. Pero esto no es gratuito. Esto responde a una estrategia de la ultra derecha que no dejará pasar lo que ellos llaman la traición de clase por parte del presidente de la república por sentarse con las guerrillas marxistas a buscar una salida política al conflicto social y armado que vive el país. A quién o a quienes conviene publicar videos sobre el viejo canibalismo con que los paras eliminan a civiles acusados de ser apoyo de la guerrilla? Hemos dicho que el paramilitarismo es una estrategia de Estado en Colombia y eso significa que hay todavía en el establecimiento algunos de sus miembros que prefieren anticiparse al postconflicto con esta forma de actuar. Generando terror de nuevo. Buscando entre la gente del pueblo reacciones en contra del proceso de paz, con el cuento de que si los guerrilleros llegan al poder habrá más muertos y que repetir la historia no es conveniente. Esta vez no se trata de un proceso que dará algunas curules a la insurgencia en el parlamento, sino que abrirá el espacio para que lleguen las mujeres, los indígenas, los campesinos, los trabajadores urbanos, los estudiantes, intelectuales, etc. Se trata de educación y salud para todos. Se trata de la soberanía colombiana. Se trata, en fin, de acabar con las dos Colombias. Es como si estos hechos de terror y muerte después del régimen uribista hubieran dejado de ocurrir. Como digo, el paramilitarismo es la carta de quienes detentan el poder, por si acaso, por si las moscas, por si al firmarse la paz, se vieran demasiado o muy afectados sus intereses. La extrema derecha es capaz de todo. Decir que es capaz de todo, significa de todo. El país conoce en detalle lo ocurrido y vale la pena pensar que esta vez la gente en las plazas y en las calles de pueblos y ciudades, tendrá la valentía de defender el proceso de paz. Es una paz, ojalá, con justicia social. Donde las mayorías puedan recuperar la dignidad perdida. Donde haya oportunidades para todos y la democracia deje de ser un simple discurso de campaña, que sea una democracia incluyente y real. La comunidad internacional debe estar atenta. Mi país está de nuevo al borde de regresar por los caminos del oprobio, de la dictadura cívico militar, de la sangre y las ejecuciones extrajudiciales. Este puede ser también, el comienzo de los planes de Washington para la recolonización de Latinoamérica, tema que trataré en nueva ocasión.