mardi 29 juin 2010
Colombia: Uribe de la mano del patrón, en el G-8
La vieja costumbre de crear dependencias entre trabajadores aparentemente ligados o aliados contra su patrón, o las diferentes formas de agradecimiento hacia él, o esa moderna manera de ver la complicidad de ciudadanos como un reconocimiento a quien ha gobernado bien o no tan mal, es ahora materia de debate en muchas esferas.
Porque la historia está llena de ejemplos de demasiada o poca servilidad, que no de responsabilidad de acción o de trabajo, y porque sobradamente se nos ha explicado que obedecer, servir, atender, alcahuetear, complacer y cumplir, son, entre comillas, virtudes de un buen trabajador,de un buen ciudadano, un buen hijo y hasta de un buen amante.
La integración o la llegada de inversiones extranjeras en países en desarrollo ha agudizado las contradicciones especialmente en América Latina y por supuesto ha generado actitudes de genuflexión y entrega por parte de los receptores. De la mano de su patrón Alvaro Uribe, experto en servilismo va a la mesa de los saqueadores. Van delegados de Jamaica y Haití como convidados de piedra también a presenciar una cumbre de quienes harto los han empobrecido.
El servilismo es una manera de decir gracias. Eso está claro, pero lo que más preocupa es el grado de dependencia que se crea y que en otros términos, nada semánticos, deberíamos decir que así, estamos frente a un largo período de subordinación, con todas sus secuelas de tipo social, económico y político que ello implica.
Mencioné como ejemplo la dependencia de trabajadores entre sí, porque como respuesta a formas se dominación, el patrón ha ido inventando maneras de hacer creer que esas alianzas son buenas pero que es necesario ponerles el contra o los contras. Se trata de crear necesidades entre sus subalternos, para nunca pensar en su libertad y respeto. Por eso presionan que nadie se sindicalice. Por eso criminalizan el derecho de asociación. Crean el temor.
Los contras, los alquilados, los del trabajo sucio, los que espían, los que chuzan y escuchan tras de las puertas y sobre todo los mercenarios, prolongan en el tiempo la subordinación y el servilismo. Eso pasa en el trabajo y en la sociedad.
En la medida en que haya alquien que ha llegado a verse como un subordinado o a sentirse como un esclavo del siglo XXI eso le conviene a los detentadores del poder político, económico y social. Serviles los hay por montones dado que la oferta de bienes y servicios es cada vez mayor a las pretensiones de consumo y buen vivir de la gente, lo que en últimas las frustra y por su frustración el servilismo es creciente en todos los campos.
Haciendo un poco de historia y de sus efectos en la dependencia, ahora que se habla de crisis económica, repasemos un poco los efectos de la crisis de 1929, cuando nuestra américa latina « sufre el agotamiento de su modelo primario-exportador, o hablemos de que por razones de la segunda guera mundial la región se ve en la necesidad de sustituir las importaciones , lo que provoca nuevas formas de subordinación frente a las metrópolis ».
Caso similar ocurre ante la presión ejercida por las jeraquias eclesiales desde el nacimiento hasta la muerte de las personas, con tales artificios de que servir sigue siendo para muchos una manera de obtener cononjías, premios, gavelas, satisfacciones terrenales y no terrenales, que dejan en el fondo de ellas un mensaje de la vida sin retorno si no se sirve o si no se reconoce en el otro o en los otros el régimen, el poder, el dominio, un Dios. Por eso los falsos positivos. Por eso las chuzadas del DAS para lograr el premio al servilismo. Por eso Colombia en el G-8, que se debería decir mejor, Uribe en la reunión a la que lo lleva su patrón.
A juzgar por lo que se oye y que pone al pueblo como responsable de su propia desgracia, diremos que es eso y precisamente eso lo que quieren que se crea. Los medios de comunicación, los curas, los patrones, hasta los padres de familia, papá y mamá, y los maestros han utilizado todas los caminos para hacernos creer que ya todo está consumado, que asi debe ser, que esa es la suerte que deben correr porque los serviles son pobres, empobrecidos diríamos mejor, y que cualquier intento de reacción ante el oprobio, será severamente castigado.
Quien maneja los hilos del poder se da el lujo de perpetuar el estado de las cosas que tienen como característica el servilismo y la abjección. Nada más indigno que vivir bajo la opresión y la dependencia, nada más grotesco que aprovecharse de tantos cientos de miles de serviles que creen que así alcanzarán la plenitud de sus conciencias o, por lo menos, el cielo. Por eso el uribismo a ultranza. Por eso las falsas encuestas de favorabilidad del presidente fascista.
Ahora bien, para quienes miran el problema desde las necesidades del sistema mundial imperante, es decir desde el sistema capitalista, nuestra saqueada y empobrecida américa latina desgraciadamente sólo incide en favorecer el avance de ese salvaje sistema a nivel planetario. Colombia y Chile son un claro ejemplo del fracasado modelo neoliberal con las índices crecientes de desempleo y pobreza.
Hasta ahora no sabemos quién es más indigno, si quien sirve creyendo alcanzar o conservar algo, o quien se sirve de que lo sirvan, amparado en las necesidades de quienes le sirven. La libertad para estos últimos no pasa de ser una palabra mientras continuen sirvienndo y de rodillas. De ahí es de donde surgen los movimientos políticos llamados independientes y alternativos, que por una parte cohonestan con la corrupta manera de elegir y ser elegido y por otra, hacen flaco favor a esta falsa democracia, la democracia de cartón, la democracia pegada con mocos hablando justamente de libertad. Hasta cuando !
dimanche 20 juin 2010
Colombia: Santos, rehén de la corrupta clase política.
Desdeñando las acusaciones contra Juan Manuel Santos que dicen tener nexos económicos con la firma Unión Temporal Disproel, contratada por la registraduría del estado civil, responsable en Colombia de los procesos electorales; y con una fuerte presión paramilitar en buena parte del territorio colombiano, ha ganado las elecciones en segunda vuelta con apenas unos 9 millones, lo que significa menos del 30 por ciento del total de colombianos aptos para votar.
Lo hemos dicho hasta el cansancio que en los últimos 30 años todos los presidentes han sido ilegítimos por no alcanzar por lo menos el 51 por ciento de la votación total y con una abstención que se supone por esta vez se organizará para enfrentar el militarismo, la exclusión social y la permanente violación de los Derechos Humanos.
Hablo de numerosos, millones de personas que se abstienen de votar, porque no creen en los políticos, no creen en los partidos y mucho menos en la política. Ellos, 56 de cada cien aptos para votar, hoy también demostraron la sensación de que votar no repercute en sus intereses, en sus ideas o en su concepto de la vida pública.
Ellos, esos abstencionistas, saben que el modelo económico, político y social imperante, debe ser cambiado pero no como lo quiera la burguesía colombiana sino que hay necesidad y urgencia de arrancarle a las malas nuevas conquistas, por la igualdad y la justicia, por la democracia real y por el respeto a los derechos humanos. Saben que la única oposición política real que existe en Colombia, hablo de la oposición armada, debe ser fortalecida y que tomando calles y avenidas, luchando de su mano, habrá mejor futuro para el país, para las mayorías y que los de siempre esta vez, no pasarán.
El nuevo rehén tendrá que agradecer la mano que le ha dado de comer hace ocho años desde la casa blanca, en los Estados Unidos. Ya no serán siete las bases militares sino las que quiera el imperio para recolonizar nuestra américa latina. El nuevo rehén no podrá ocultar sus pretensiones fascistas, no podrá sino fortalecer el militarismo y la persecución a defensores de derechos humanos, porque en su gobierno, pensar seguirá siendo un delito.
Andan felices consejeros que al oido de Santos como José Obdulio Gaviria y Fernando Londoño Hoyos, reclaman a gritos en Colombia el restablecimiento de la justicia penal militar, lo que significa darle cuerpo a la dictadura civico-militar; ampliar la cobertura del fuero militar, lo que representa más impunidad frente a los delitos de lesa humanidad; y, finalmente, felices porque ahora ya no serán pagados fuera de ventanilla los falsos positivos, los asesinatos extra-judiciales sino que habrá aumento de salarios para los abyectos generales de la república.
Con el pronunciamiento de la corte suprema, los guerreristas sufrieron paralelamente a los resultados electorales del domingo, al escuchar que Alvaro Uribe no podrá ser candidato a la presidencia en el año 2014. Así de esta manera, pierde el paramilitarismo, pierde la mafia del narcotráfico y pierde una nueva casta política que tenía en sus planes gobernar con Santos hasta el 2014 y continuar cuatro años más con Uribe.
La clase política, esa misma que compró votos, que presionó a votar a punta del miedo y la amenaza paramilitar en campos y ciudades, esa misma dueña del fortín burocrático y de la clientela en la llamada provincia, léase, departamentos distintos a Cundinamarca y al distrito especial de Bogota, capital colombiana, está feliz porque como siempre, ha vuelto a tener un presidente rehén, un títere en la casa de Nariño.
El establecimiento, la gran burguesía, de la cual hace parte la familia Santos propietaria del conglomerado Casa Editorial El Tiempo y City Tv, entre otras, tiembla al ver que las cosas no salieron como esperaban, en el sentido de ver un clamor ciudadanos en la urnas que podría mermar el abstencionismo.
Eso no fue así, pero como decimos, Santos en el nuevo rehén de la clase política, porque atras quedan las palabras ‘desastre electoral’, y ‘catástrofe política’, si ahora podrán repartirse el botín con la milimetría de hace cuatro décadas, con la voracidad de sus aliados, de los patos que se subieron al bote a última hora y de quienes borraron de un plumazo los partidos tradicionales.
Solo con al fin de mostrar el poder alcanzado por la maquinaria política y clientelista que llevó a Santos a la presidencia digamos que su patrón Alvaro Uribe obtuvo en 2006 , un total de siete millones 300 mil votos y en segunda vuelta su clon militarista alcanzo los nueve millones de sufragios. La abstención superó el 56 por ciento.
lundi 7 juin 2010
Colombia: La burguesía se acomoda !! Abstencionistas a las plazas y avenidas.
Colombia: La burguesía se acomoda !!
Abstencionistas a las plazas y avenidas.
Es demasiado obvio que la oligarquía Bogotana está aburrida de un gobernante sobre quien reposa un enjambre de dudas sobre los métodos para hacerse elegir en 2006 y ha dejado mucho que decir frente a sus amores y cercanías con hordas paramilitares que habrían presionado a votantes para su llegada al poder en 2002.
Es obvio que no soportan ver entre Ellos a un hombrecillo que si tuviera un bigote recortado les haría pensar que están junto a un pequeño Hitler, que desdeña de cuantas cosas se dicen sobre la sistemática violación de los Derechos Humanos. Ellos lo saben pero son víctimas de su propio invento. Sabían que con el creador de los paramilitares y las Convivir la cosa iba a desbordarse. Si no lo hubieran sabido, no habrían dejado que el hombre de la ruana y el carriel, llegue como ‘pacificador’ a sangre y fuego. Ya lo hubieran mandado a matar como a Gaitán, Pardo Leal, Pizarro, Jaramillo y Galan Sarmiento.
Obvio que se cansaron de ver antes que a un presidente, a un hombre de ruana y sombrero, que deambula de aquí para allá con un carriel cargado de cinismos y mentiras, como que, la economía esta bién y el país también. No se explican todavía a qué hora y en qué momento dejaron llegar a la Casa de Nariño a un hombre con pasado y presente tan negro.
Quizás esa pequeña pero poderosa oligarquía, pensó que era necesario y urgente, no importa cómo y no importa con quién, atacar o combatir el crecimiento del descontento popular, la presencia de la resistencia armada, las denuncias de limpieza social a nombre del Estado y el descubrimiento de un plan llamado Colombia, elaborado por el gobierno de los Estados Unidos para afianzar su apoderamiento del país, con la disculpa de la lucha contra las drogas.
Por eso es obvio que hayan acudido a sus lacayos de la prensa, radio y televisión, para agrandar a un candidato ‘querido por sus subditos bogotanos’ por haber sido su alcalde y montar a la vez, el estrado en que eliminarían de un tajo lo que queda de los partidos tradicionales, liberal y conservador.
Esa burguesía sabe que sus subditos liberales y conservadores hicieron la tarea encomendada de reagruparse en otros movimientos y partidos, para darle identidad y color al gobierno de la ruana y el carriel, sentado en el solio de Bolívar según sus cálculos para desacreditarse solo. Esa burguesía jamás ha hecho algo sin su plan B, lo que significa que al hombre del carriel y la ruana para desacreditarlo cuando deje de servirles sin tocar sus intereses de clase, sus riquezas y sus privilegios.
A los colombianos amantes de participar en la farsa electoral de cada cuatrienio les llegó como anillo al dedo la idea que les vendieron desde los corporativos medios de comunicación burgueses, de darle vida, ésta vez, a otro candidato que haría exactamente lo contrario que el de la ruana y el carriel. He ahí la gran farsa, en que cayeron los electores borregos !!
Un candidato obviamente salido de la academia, como gusta a la oligarquía; de vestido y corbata, como la oligarquía los prefiere; de buenos modales, pese a mostrada de culo blanco, como ellos acostumbran; y claro, otro títere como su antecesor, que no toque ni con una pluma sus intrereses y los del gobierno de los Estados Unidos.
Los siete millones de personas que llevaron al poder al hombre del carriel y la ruana en 2002 apoyaron un gobierno ilegítimo, cuasi ilegal y espurio - por la forma en que presionaron a la gente, a punta de motosierras y amenazas de despojarles de sus tierras y matarlos – frente a una capacidad de 26 millones aptos para votar, lo hicieron en 2006 y tienen listo el escenario para éste 2010.
El clon del hombre de la ruana y el carriel, Juan Manuel Santos, con el beneplácito del gobierno gringo, como van las cosas, llega a segunda vuelta a la presidencia también como otro gobernante ilegítimo porque la abstención seguirá siendo de más de la mitad de los colombianos que no creen en el sistema, ni en el modelo económico y social impuesto.
Por eso da risa cómo se rasgan las vestiduras los voceros de los partidos como si no hubieran sabido que lo que pasó el 30 de mayo no fue sino el resultado de una siniestra manera de pretender demostrar al mundo que Colombia sigue siendo, entre comillas, ‘la democracia más antigua de américa latina’. Cosa lejos de la realidad por hechos conocidos y divulgados ampliamente en los últimos años, entre los que se destaca la crisis institucional del país en todos los ordenes.
Los dueños del poder, los señores de la guerra, no lloran, rien a carcajadas ! No tienen verguenza. La clientela – los votantes de siempre – sigue firme a riesgo de perder su puesto, de perder las tierras y hasta la vida. Esa clientela atemorizada y enferma salió a votar como cada cuatro años. Esa clientela ciega y sorda, que no es el momento de culpabilizarla, porque como hemos dicho, es el fruto de un sistema bien montado para que tal cosa suceda, no se atreve aún a protestar como debiera, pero guardamos la esperanza que más temprano que tarde, quizas con el agua al cuello, reaccione como ha reaccionado la clientela de países vecinos donde partidos tradicionales han saqueado sus entrañas, los han hipotecado, los han vendido al mejor postor por un plato de lentejas.
Las calles esperan ansiosas su presencia, claman por la clientela bien despierta, las calles y las plazas públicas advierten la llegada de la clientela que sale del letargo y se une a esa masa inconforme que no vota, para alcanzar la transformación de sociedades históricamente pisoteadas y hambreadas.
Opciones: (1) No más abstención por abstenerse. Si la gente del Polo también se abstiene y si renuncia Mockus, las calles y las plazas son el nuevo escenario para exigir los cambios que Colombia aplaza en el tiempo sin razón.
(2) Si se queda Juan Manuel en la aparente lucha electoral sin Mockus, el 20 de junio tendría que hacerlo frente al tercero en votación, es decir frente a Germán Vargas Lleras, pero no superan ese 72 o 78 por ciento de abstencionistas que se tomarán plazas y avenidas por una Colombia nueva, democrática y con justicia social.
(3) Expertos estudian lo que pasaría entonces si contados los votos nulos y blancos, mas la gigantesca masa de abstencionistas esa ilegimidad del próximo gobierno, resulta o cae también en el campo de la ilegalidad. Algo debe reglamentarse mientras la gente se toma plazas y avenidas.