jeudi 28 mai 2020
Mucho cuidado con Matarife
Puede ser que la gente joven no sepa, pero hay quienes pretenden hacer creer, que por encima de lo cuestionable que pueda ser y que es el entramado criminal que ronda a Alvaro Uribe Velez, es justo salir a votar por una opción menos sangrienta.
Claro que es Bueno que los jovenes vean la otra cara de este tipo de noticias. No hay que confiar mucho en los efectos del bots que infla el numero de usuarios y visitants a un enlace en redes sociales.
Pues mucho cuidado. No hay que hacerles el juego. El problema de Colombia radica en la lucha por el poder. No se trata solamente, como hasta ahora, de llegar a instancias del gobierno, es decir la presidencia, las gobernaciones, alcaldías o las corporaciones legislativas. Estas son, el congreso, las asambleas y los concejos municipales.
Basta de caer en estos distractores. Basta de caer en estas trampas audiovisuales. ¿Se han dado cuenta que cuando algunos medios divulgan verdaderas mafias al interior del congreso, las cortes y el ejercito colombiano, la idea es echarle culpa a alguien sin tocar a la gran elite, al establecimiento?
Se han dado cuenta que cuando algo de todo esto se llega a saber, salen siempre los nuevos mesías. Salen a los medios, a sus medios de comunicacion, quienes posan de impolutos, de santos, de inmaculados? Puros politiqueros !
El diario el tiempo hace 20 años preguntaba si esa elite era legitima o si tenia legitimidad, pero que ya era hora de darse la pela, metiéndose la mano al bolsillo para hacer de Colombia un pais menos desigual.
Un editorial de El tiempo de la familia Santos que es parte de ese establecimiento junto a los dueños de Caracol, RCN, el Sindicato Antioqueño, entre otros, protegidos por uno de los ejércitos mejor armados y mas numeroso de la región, reclamaba a gritos el cambio.
Se jacta el editorialista de contar en Colombia con una de las democracias mas antiguas del subcontinente en donde se ha mantenido un envidiable tradición de elecciones.
Pues no. Mucho cuidado con esas series audiovisuales. No es para que la gente salga a votar por otro que no sea el matarife ni es para celebrar como si aquí hubiera una democracia.
He dicho que lo que tenemos es una dictadura civil militar. He dicho que son las organizaciones sociales y la gente del común que en las calles y plazas publicas puede decir basta a tantos mesias. Decir, basta ya con hacernos creer que en elecciones podremos cambiar toda esta iniquidad.
Pocos países han podido cambiar sus regímenes por vía electoral. Algunos temporalmente. Pero en Colombia la única manera es regresar al soberano constitucional. Al pueblo que deberá organizarse para luchar.
De pronto sale otra serie sobre alguien de la oposición y se repita lo que paso con el plebiscito. Todos asustados salieron a votar por el menos malo. Es tiempo de organizarse y luchar. La calle es el escenario por excelencia.
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