lundi 17 octobre 2022
El pésimo discurso de animalistas
Por Héctor Díaz Revelo
Para comenzar quiero decir que respeto decisiones de la gente en torno a cualquiera afición, tendencia política o religiosa.
Celebro que haya gente que se apega por tradición, por gusto o porque está de moda, a los animales que de entrada los llaman domésticos.
Para mi es un termino utilitarista. Decir que son domésticos de entrada les quita la esencia a quienes han decidido cuidar a los animales, es decir a los animales por ser animales.
En el campo social y económico no estoy de acuerdo que haya políticos y politiqueros que para ganar votos logran la destinación del dinero público para fundaciones o grupos sociales que protegen animales.
El dinero público debe destinarse por orden constitucional, por sentido común, por la lógica humana, a la defensa y protección de la infancia, de niños y niñas.
Cientos de niños en nuestra américa latina mueren de desnutrición y no tiene presentación que el dinero público se desvié con intereses non santos a la protección de los animales.
¿Concientización? ¿Negativa y positiva? Algunos defensores de mascotas les atribuyen comportamientos propiamente humanos.
Justifican esas tendencias a través de valores que son propiamente de los humanos, como la depresión la soledad, angustia ansiedad tristeza y felicidad.
Se atreven a negar que las mascotas se guían por instintos y no por inteligencia y que por tanto sus mascotas no sienten. Me refiero a que no tienen sentimientos como los humanos.
Sentir dolor físico después de que les pateas el culo, claro eso es demasiado obvio.
O que sus mascotas se sientan solas cuando las han acostumbrado a estar siempre acompañadas es más obvio. Un animal del bosque pues es un animal del bosque.
Que algunas mascotas acostumbradas a estar siempre con su dueño, que sabe sus horas de comer, cuando el dueño muere o se va, es obvio que reclamen su presencia.
Si uno dice esto, los animalistas y defensores de mascotas se atreven a estigmatizar a quienes no les creemos sus argumentos.
Hasta llegan a decir que sus mascotas lloran. Así como lo oyen… Que sus mascotas lloran.
Por mi parte para este debate busque a mis amigos profesionales y todos estuvieron de acuerdo conmigo. O mejor yo estuve de acuerdo con ellos.
Las lágrimas de los animales no pueden considerarse como llanto o como una expresión de tristeza o de alegría.
Eso en mi opinión es llegar al borde del fanatismo. Tal cual una religión que impone comportamientos basados en creencias por fuera de lo estrictamente científico.
Hay lágrimas basales-lubricantes naturales. Parte del sistema ocular en general.
Las hay, las lágrimas reflejas o por reacción. Son reflejas a cebollas, gases, y otros tóxicos.
Y la tercera categoría, lágrimas psíquicas, propias de los seres humanos.
No pueden esas lágrimas equipararse con reacciones físicas en los animales , por ejemplo lo conocido como llorar o sollozar, que incrementa el lagrimeo humano debido a la fuerte tensión emocional, enojo, sufrimiento, luto y el dolor físico.
No se produce el LAGRIMEO durante la respuesta de lucha o DE huida del cerebro, porque el sistema nervioso simpático LO inhibe.
Esta práctica no se limita a las emociones negativas, muchas personas lloran, aunque estén muy felices.
En los humanos, las lágrimas emocionales pueden acompañarse de enrojecimiento de la cara y sollozos simulando tos, respiración convulsiva, a veces con espasmos de la parte superior del cuerpo entero. Eso no lo vas a ver en las mascotas, aunque lo intentes.
“Las lágrimas provocadas por las emociones tienen una química diferente a las de lubricación, las lágrimas emocionales contienen más de hormona prolactina, hormona adreno cortico tropa y leucina encefalina (un analgésico natural), que las lágrimas basales o reflejo”
“El sistema límbico está involucrado en la producción de impulsos emocionales básicos, como la ira, el miedo, etc. El sistema límbico, para ser más específicos, el hipotálamo, también tiene un grado de control sobre el sistema autonómico”.
Hay también una doble moral. Supongo que los animalistas discriminan per sé a los animales que son víctimas, por ejemplo, del engorde artificial, y comen carne de cerdo y pollos sin ningún problema.
Son muy pocos los pronunciamientos que he leído en el sentido de que los animalistas protesten en nuestros países por la creciente industria de las macro granjas o mega fincas agro productivas.
Así, que nada de hacernos creer que los animales sientes como los humanos. Nada de seguir haciendo creer a la niñez que sus mascotas son sus hermanitos menores.
Así que resulta pertinente cambiar los métodos de concientización de la gente para que se una a la protección de los animales. Nada de refugiarse en estos seres que no sienten como los humanos.
Reclamar de los dueños de mascotas, en general, que dejen de verter en ellos sus frustraciones, sus depresiones diarias, sus angustias existenciales, su soledad y sus penas. Que asuman sus realidades mintiendo y provocando este tipo de controversias.
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire