Nadie deberá créer más en la palabra de un presidente que ha mentido de manera enfermiza en múltiples ocasiones, menos aún cuando a diario da muestras de odio y guerrerismo, afirma desde las montañas Jesus Santrich, integrante del estado mayor central del las FARC y desde la cárcel, Rafael García, ex-jefe de informática del DAS, la oficina de inteligencia o policía política colombiana, sostiene que en el primer gobierno del presidente Uribe la burocracia fue repartida entre ellos, los jefes paramilitares, como otra prueba de que nada se hace a sus espaldas.
Las declaraciones de García son poco menos que la confirmación que nada de cuanto se acusa al presidente Uribe resulta falso y por el contrario, aunque pocos se atreven, pone sobre la mesa la pregunta de quién o quiénes le hacen el coro para mantenerlo en el poder con una aparente tasa de aceptación popular, mientras no aparecen los autores intelectuales de las ejecuciones sumarias,’falsos positivos’, los responsables de las desapariciones forzadas, de los desplazamientos y de la crisis institucional que soporta el país.
Rafael García el exjefe de informática del DAS, la policía política del régimen Uribista e infiltrada de manera aberrante por la mafia y el paramilitarismo, en su entrevista con noticias- uno reafirma muchas cosas que la gran prensa ignora o « autocensura »http://www.rpasur.com/NACIOWEB_articulo579111086020.html.
Antes de hacer referencia a las ordenes de eliminar o mandar a matar a la gente que piensa y actúa diferente del gobierno, antes de decir quién o quienes anduvieron o andan tras los llamados « falsos positivos », García dice que la orden de intervenir o chuzar los teléfonos de los opositores fue bautizada como Plataforma Esperanza y que de eso sabía el presidente y el alto gobierno.
« El director Jorge Noguera, me dice un día que ha consertado con el fiscal Luis Camilo Osorio la forma en que se va a operar y que en la reunión con la gente de la fiscalía me iban a entregar los teléfonos blancos, que es como se llama a los números bajo inteceptación. Y así ocurrió, luego de una llamada de Noguera al Fiscal» agrega el entrevistado.
« Tras la retirada del comando sur de territorio panameño, la preocupación de los EE UU se centró especialmente en concretar construcciones de control como la base de Manta (Ecuador), o en intervenciones como el Plan Colombia, con participación directa norteamericana. En el contexto de éste plan, por ejemplo, el imperio invirtió al belicismo uribista más de 10 mil millones de dolares que en mucho terminaron financiando a los protagonistas victimarios de los abominables crímenes contra la población inerme, en el despliegue de esa danza macabra de sangre, terror y muerte que significan los llamados ‘falsos positivos’ las desapariciones forzadas, las masacres innúmeras, los desplazamientos de millones de inocentes…
EE UU colocando a Colombia como el tercer receptor mundial de su gasto belicista, se va mostrando al mundo entonces como causante principal de su tragedia humanitaria, la cual por persistencia brutal de todos sus gobernantes, incluyendo a Obama, apunta a extenderse sobre todo el continente » expresa por su lado Santrich en su editorial publicado en Anncol, advirtiendo que no hay tal guerra contra las drogas sino que se trata de una siniestra estrategia de muerte y sangre orquestada desde la casa blanca.
García puntualiza que fueron los jefes paramilitares quienes para que la repartición de cargos burocráticos sea exactamente a su medida, pidieron el nombramiento de Jorge Noguera… « quería ser el viceministro de defensa pero que por pedido de los jefes paramilitares y de políticos costeños que eran protegidos por estos, terminó como director del DAS. El presidente Uribe al dia siguiente de su posesión se fue para Valledupar. Algunos de esos políticos se reunieron con él y le pidieron que por favor nombrara a Noguera, porque lo que le ofrecieron fue la superintendencia de vigilancia y seguridad privada , ya que cuando se nombra a Martha Lucia Ramirez como ministra de defensa y el presidente le dice que lo nombre como secretario general, porque no se podía nombrarlo inicialmente viceministro de defensa, ella ya tenia una candidata que era la doctora Quetti Valbuena ».
El jefe guerrillero hablando sobre el papel que juega Uribe para el wall street y las mafias gringas expresa que « Washington bien conoce a Uribe, de su posición en el renglón número 82 de su lista de narcotraficantes, desclasificada por el Departamento de Estado, o su participación decisiva en la ejecución de los llamados “falsos positivos” desde los tiempos en que Frechette ejercía como embajador gringo en Colombia y Uribe lo hacía como gobernador de Antioquia (1995-1997).
La lista de narcos a la que aquí se alude fue elaborada por el gobierno de los Estados Unidos y revelada por la National Security Archive hace algunos años, cuando el señor Álvaro Uribe ya era un acaudalado heredero de los latifundios y negocios mafiosos de “don” Alberto Uribe Sierra y pupilo entrañable del narcotraficante Pablo Escobar.
El verdugo de Salgar no es ahora un hombre nuevo lleno de arrepentimientos por su pasado, sino un peor elemento utilizado por Washington con el sucio dedo del chantaje; pues claro está para Mr. Obama que aquel personaje de los noventa es el mismo de ésta década sangrienta que padece Colombia; el mismo protagonista de estos tiempos de “falsos positivos”, de pirámides financistas tramposas, de firmas pro referendo re-electoral recogidas con fraudes y dineros de DMG, el mismo elemento de espeluznantes antecedentes de gánster y verdugo llevado a la presidencia con la complacencia gringa, fraude y presión paramilitar, y reelegido con la misma fórmula más las prevaricaciones de todo tipo y un cohecho recargado de desvergüenza.
La estrategia del poder financiero norteamericano y la casa blanca, es muy clara frente a la llamada recolonización de américa central y de suramérica atacando los gobiernos progresistas de la región. Por eso no es raro oir o leer noticias sobre la presencia de paramilitares colombianos en Honduras, Ecuador y Venezuela, entre otros.
De rodillas a los mandatos del imperio el títere de Colombia puede incendiar la subregión que como se sabe está cargada entre otras, de millonarias riquezas minerales y naturales, las reservas de petroleo venezolano, el gas de bolivia, el petroleo ecuatoriano y el pulmón del mundo, nuestra amazonía, que toca a Brasil Venezuela Ecuador y Colombia. Por eso García denuncia por ejemplo que « el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y el ministerio del Interior colombiano, participaron en una conspiración impulsada por sectores de oposición venezolanos contra el Gobierno del presidente Hugo Chávez ».
García déjà ver que Uribe tenía un poco de autonomía en los nombramientos que le imponían los paramilitares. Eran caprichitos presidenciales. Cuenta que « en una ocasión en que visitó la casa de Nari con Jorge Noguera, en la entrada, recibió una llamada… ‘me llamaron del bloque norte, quejándose una vez más de Emilio Vence. Se lo dije a Jorge, mira me están llamando del bloque norte quejándose contra Emilio Vence. Jorge montó en cólera, va donde el presidente y se lo dice. El presidente le contesta…dile a los amigos, se refería obviamente a los jefes de las autodefensas (paramilitares) - porque no podían ser otros de los que Uribe estaba hablando – dile a los amigos que ese es un caprichito del presidente ».
Los medios de comunicación uribistas salen a desmentir y a negar que su patrón sabía de estas operaciones porque eso es parte del trabajo que le han encomendado los ricos de Colombia y los ricos de los Estados Unidos. ( Lea sobre Emilio Vence, exdirector regional del DAS en informacion de semana.com http://semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=105924 ).
Y… señala Jesús Santrich : « Hoy, con procedimientos rastreros de ocultamiento y engaño, contando con las complicidades de los elementos más espurios de las oligarquías, se impone un acuerdo de militarización que conspira contra el ideal de la Patria Grande bolivariana, para favorecer la voracidad yanqui, con el agravante de que no se trata de un pacto entre aliados sino de una decisión del imperio a la que se somete Uribe en condición de lacayo » anota Santrich, al tiempo que advierte : Uribe Velez es « El mismo, digamos, que, por boca de Michael Evans y de la National Security Archive, los propios gringos ponen en evidencia como asesino, cuando publican las desclasificaciones de la CIA de este año 2009, que indican que la Casa Blanca ‘eran conscientes ya en 1994’ de que los oficiales del ejército colombiano, durante años, han dado lugar a ejecuciones extrajudiciales y a la colaboración con paramilitares y traficantes de drogas.
De nada de esto está libre el actual presidente Uribe, pues precisamente en el último lustro de los 90 propulsó, con mayor énfasis que en todos los tiempos, el paramilitarismo mediante las llamadas Cooperativas CONVIVIR, escenario en el que, de su mano, se inició también el terror de Salvatore Mancuso, y el impartido desde la Brigada Cuarta (sede en Medellín) de la época de los generales Alfonso Manosalva (ya fallecido), Carlos Alberto Ospina (quien lo reemplazó), lo mismo que de la Decimoséptima Brigada (sede en Urabá) de los tiempos del general Rito Alejo del Río (el Carnicero de Urabá).
Coincidentes son estos tiempos mencionados con la época que ahora, en el 2009, el informe desclasificado de la National Security Archive presenta como de segura realización de ejecuciones extrajudiciales y de colaboración con paramilitares y traficantes de drogas por parte de la fuerza pública ».
La labor incansable del trabajar trabajar trabajar para cumplir con los mandatos del imperio norteamericano se resumen en las masacres de campesinos, indigenas y negros sin armas; en masacres de estudiantes, abogados, profesores, sindicalistas y defensores de derechos humanos tambien sin armas; en madres y padres de familia sin armas, que hoy reclaman justicia, verdad y reparación de los crímenes de Estado; pero sobre todo, con la denuncia pública de que no sólo el DAS, el Congreso y la Fiscalía están penetrados del olor de sangre y motosierras sino muchas otras entidades.
García afirma que además de los ministerios del interior, de comunicaciones y de agricultura (agro pago seguro) también está permeada del narcoparamilitarismo uribista « la registraduria a través de José Murillo, jefe de informática, personaje que habia sido puesto ahi por los Araujo de la costa, mucho antes de que nosotros llegáramos al DAS ».
Alvaro Araujo llega al congreso en el periodo del presidente Pastrana y logra que le nombre a Murillo. « Por lo menos en mi caso a mi me dijeron que, bueno, la misión era tener buena información y plena colaboración no sólo del DAS, pero (sic) tambien se buscaba tener presencia o infiltración en la fiscalía general y en medicina legal » dice. .
Además, para corroborar lo perverso del gobierno de Uribe, suelta esta perla : « Nosotros fuimos presentados como los grandes criminales. Salimos Jorge Noguera y yo para la cárcel y los problemas en Colombia persisten, todavía más graves. Creo que las autoridades deberán investigar hasta dónde se ha hecho esa penetración de los paramilitares. Porque si se compara lo que nosotros hicimos, con los seguimientos e interceptaciones de ahora a los magistrados de la corte suprema, pues… yo pensaría que eso es más grave, noo? ».
Jorge Noguera, en otra ocasión me dice que dentro de la ‘cultura del positivo’ en el DAS… « ya no voy a poner a nuestra gente de inteligencia en el trabajo de perseguir cabecillas, ese no es el trabajo de ellos, y a mi el presidente me dijo que hay que dedicar todo a la guerra política » comenta García.
Recuerdo tanto esa anécdota porque yo recuerdo haberle preguntado a Jorge : « Cualquier cosa que eso signifique, la guerra política?. Entonces, me queda viendo y me dice…es que, tu jodes por todo. En serio, yo no sé que es la guerra política, le dije ». De alli se desprende que todo eso de las infiltraciones comenzo en el año 2004, agrega García.
Y es justamente Santrich, el líder guerrillero, quien en su editorial destaca lo dicho por el exfuncionario del DAS recordando que : « Confesó García que, en aquella ocasión, Noguera le dijo que no se preocupara, porque “el Presidente Uribe y el Fiscal General Luis Camilo Osorio estaban enterados de todo lo que estaban haciendo ».
El mismo presidente, en algún momento, les confirmó la orden de que entregaran la información a las autodefensas, dice García.
He ahí el talante criminal del presidente que luego manifiesta, frente a los cuestionamientos por las bases militares, que: “Estos acuerdos nunca tienen por objeto crear condiciones de agredir a terceros Estados. Esto está excluido en el texto, en los acuerdos que lo enmarcan y en la práctica colombiana” (El Tiempo, 24 de julio de 2009 pags 1-3).
Y esta negación, que se da en coro con las de muchos otros funcionarios de Estado, se produce mientras resuenan en creciente los ecos del documento Santa Fe IV, o los del ya famoso Libro Blanco, donde se plantea la llamada Estrategia de Ruta del Comando Sur, ó Air Mobility Command Southcom, que se refiere a la estrategia de agresión contra los objetivos colonializables por EEUU, bajo la excusa de la guerra contra el terrorismo, planteándose cuestiones sobre la validez de la movilidad actual del sistema de rutas aéreas en el tamaño y la alineación » .
El ex-jefe de informática del DAS, Rafaél García, puntualiza detalles sobre cómo Alvaro Uribe complacía y complace ahora mismo a sus patrocinadores con cargos burocráticos claves para extender el poder narcoparamilitar. « Ellos, los paramilitares, lo que querían era tener un hombre en el sector de seguridad y defensa, y el presidente como no los habia podido complacer en el viceministerio de defensa, ni en la superintendencia, entonces lo nombró a Noguera en el DAS para complacer a estos políticos como por ejemplo los Araujo Castro que habían pedido que se nombrara alguien de ese grupo o apoyado por ese grupo. El senor Jorge Araujo Castro tuvo mucho que ver con eso ».
Enojadas las comadres se saben las verdades, reza un viejo adagio colombiano para referirse a los secretos bien guardados mientras dura la complicidad y alcahuetería. Nadie sabe lo que pasa, pero cuando llega el anojo, las verdades saltan a la vista y salpican hasta el nido de la perra.
García, para poner un ejemplo relata el poder de los Araujo de la siguiente manera : « En Valledupar si usted averigua un poco, quien dirige alli las cosas es Sergio Araujo. Alvarito Araujo, el del congreso, por su carisma es la cara de mostrar. Quien en verdad está detras de eso es Sergio. Sergio Araujo en el circulo de las autodefensas era conocido como el ‘asesor’. Era el asesor de cabecera de jorge 40 ».
Así mis amigos, digamos que queda sobre la mesa además la discusión sobre las bases militares con personal y dirección gringa en Colombia y dos bases más en el pacífico panameño, cuyo acuerdo se firma este año, y que no hay que perder de vista que a Uribe y Obama si no hacen lo que el gran imperio impone, si no hacen lo que dicen los sabios patrones del wall street y las mafias narcoparamiitares de ambos países les puede ocurrir lo de Kennedy o lo de Allende. Pero a Uribe obviamente le espera la corte penal internacional ya que Pinochet, Fujimori, Alvarez (Goyo) y los gorilas Argentinos ya han recibido o están recibiendo lo suyo como responsables de delitos de lesa humanidad. Santrich y García, dos polos opuestos nos han permitido acercarnos un poco más a las entrañas del poder narcoparamilitar en Colombia y a los dictados de recolonización de nuestra américa latina del rapaz poder financiero de los Estados Unidos. La gran prensa hace mutis por el foro !
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